Extracto del libro “Las
variaciones de la identidad”, que recoge la tesis doctoral de Carlos Martí
Arís, arquitecto y profesor de Proyectos en la Escuela de Arquitectura de
Barcelona.
Plantas de edificios de tipo basilical |
“Si nos atenemos al significado
que el término “tipo” posee en el lenguaje no especializado, vemos que equivale
a forma general o conjunto de propiedades que son comunes a cierto número de
individuos u objetos. (…) Esa misma acepción general es la que empleamos al
hablar de “tipo arquitectónico”. Reconocemos así la posibilidad de establecer
clasificaciones en el extenso y múltiple dominio de la arquitectura, y de
hallar, más allá de la singularidad de los objetos, ciertos rasgos comunes que
nos permitan identificar clases de edificios.
(…) Nuestra definición de tipo,
expresada en los más escuetos términos, dice así: UN TIPO ARQUITECTÓNICO ES UN
CONCEPTO QUE DESCRIBE UNA ESTRUCTURA FORMAL.
Esta definición implica tres
corolarios de capital importancia, a saber:
_ el tipo es de naturaleza
conceptual, no objetual: engloba a una familia de objetos que poseen todos la
misma condición esencial pero no se corresponde con ninguno de ellos en
particular;
_ el tipo comporta una
descripción por medio de la cual es posible reconocer a los objetos que lo
constituyen: es un enunciado lógico que se identifica con la forma general de
dichos objetos;
_el tipo se refiere a la
estructura formal: no le incumben, por tanto, los aspectos fisionómicos de la
arquitectura; hablamos de tipos desde el momento en que reconocemos la
existencia de “similitudes estructurales” entre ciertos objetos
arquitectónicos, al margen de sus diferencias en el nivel más aparente o epitelial.
“
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