Ahora hace un mes comenzaba en
Parma el Workshop “Compact City Architecture” organizado por la Universidad
degli Studi de la ciudad italiana en colaboración con otras cuatro
universidades europeas, entre las que se encontraba la escuela de arquitectura
de la UPV-EHU además de la Politécnica de Barcelona, y las Escuelas de
Arquitectura de Aachen (Alemania) y Cracovia (Polonia). Con seis miembros por
equipo, los grupos de estudiantes (mezclados posteriormente), dirigidos por una
serie de tutores de cada país, habían de realizar un proyecto para el espacio de
análisis propuesto por la Universidad y autoridades de la ciudad.
Con un planteamiento claro como
fondo del Workshop (¿Cómo intervenir hoy por hoy en las centros históricos?), el
objeto directo del mismo era, precisamente, el de obtener una serie de ideas
para un edificio universitario significativo situado en un punto conflictivo y
sin apenas tratamiento estudiado en la ciudad de Parma. Se trataba de un
espacio surgido en un punto de contacto entre la ciudad nueva y la ciudad histórica
de murallas barrocas tras la demolición de estas últimas, donde antiguamente se
situaba la puerta de entrada a la ciudad. El espacio se encuentra, por lo
tanto, en pleno contacto con la vía Emilia, antigua calzada romana que
comunicaba en su recorrido una serie de ciudades de la región Emilia italiana.
De esta forma y durante dos
semanas, los estudiantes nos dedicamos a trabajar en conjunto sobre unos
proyectos dispares, que dieron como resultado una serie de soluciones muy
diferentes para el espacio propuesto. El trabajo, realizado en las salas del
maravilloso “Palazzo della Pilotta”, estuvo acompañado de una amplia exposición
y un gran número de conferencias en torno a la identidad, situación actual y
planteamientos de actuación tanto de la ciudad histórica de Parma como de otras
analizadas por los conferenciantes.
El trabajo se centró, tras ver
los resultados de los diferentes grupos, en un análisis urbano de la
importancia del sitio con respecto al grueso de la ciudad como medio de
identificación del carácter y uso del edificio a plantear. La materialización
de la actuación, sin embargo, ha sido muy diferente e incluso de planteamientos
opuestos entre grupos, enriqueciendo de esta manera las posibles ideas de cara
a la intervención real en el espacio proyectado.
Mi trabajo, desarrollado con un grupo dirigido por tutores alemanes liderados por el profesor Uwe Schroeder, ha reforzado la idea con la que fui al workshop, que no era otra que la de aprender formas de trabajo y proyección de planteamientos diferentes a los míos. La experiencia, por lo tanto, ha sido inmejorable. Tuve la suerte de asistir junto a mis compañeros Alejandro Iturbe, Aritz Díez, Imanol Iparraguirre, IreneAguirre y Iosu Ramos, y, a pesar de las diferentes formas de trabajo a las que nos hemos enfrentado, todos hemos salido contentos con la experiencia.
Todo el grupo de Donosti hemos
disfrutado en estas dos semanas de la compañía inmejorable del tutor Urtzi
Llano y los catedráticos Manuel Íñiguez y Alberto Ustárroz. Las visitas a
pueblos y ciudades de la región, así como los recorridos por la propia ciudad
de Parma bajo su dirección, nos sirvieron
para desconectar tras las arduas jornadas de trabajo del Workshop.
A la espera de la publicación definitiva del trabajo y de la llegada de la expedición expositoria a nuestra facultad, solo me queda dar las gracias a todas las personas que han permitido la realización de este Workshop y a aquellas que han hecho posible que yo acudiera al mismo.
A la espera de la publicación definitiva del trabajo y de la llegada de la expedición expositoria a nuestra facultad, solo me queda dar las gracias a todas las personas que han permitido la realización de este Workshop y a aquellas que han hecho posible que yo acudiera al mismo.
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